Cacao secándose en las calles y barcos mercantes transportando la ‘pepa de oro’ a las principales ciudades del mundo. Así lucía el próspero puerto de Guayaquil a finales de siglo XVIII.
A inicios del siglo XIX se vivía en Guayaquil un florecimiento comercial excepcional, existen reportes de hasta 100.000 cargas de cacao; pero en lo político, la influencia de la corona española tambaleaba.
Su inestabilidad se debió a las guerras napoleónicas que afectaron al Reino de España desde las abdicaciones de Bayona en 1808. Con el tiempo, una serie de levantamientos liberales remplazarían a los gobiernos monárquicos por constitucionales y republicanos, en Europa y en América.
La idea de independizar Guayaquil se fortaleció al conocer que otros territorios de América ya eran libres: Estados Unidos en 1776, Haití en 1804, Argentina en 1816 y Chile en 1818.
OCTUBRE 1820
Durante los primeros días de octubre de 1820 en la ciudad ocurrieron una serie de hechos que forjaron el camino hacia la libertad.
El domingo 1 de octubre, por sugerencia de Isabelita Morlás, hija de Pedro Morlás, ministro de las Cajas Reales, se organizó un baile para ocultar la reunión privada, entre quienes compartían los ideales independentistas, como José de Antepara, Antonio Elizalde, Luis Fernando Vivero, Francisco de Paula Lavayen, José Rivas, Manuel de Fajardo, José Correa y los venezolanos León de Febres Cordero, Urdaneta y Letamendi. Dicha reunión luego sería conocida como la ‘Fragua de Vulcano’.
El lunes 2 de octubre se reunieron en casa de José de Villamil, tanto Escobedo como Peña, líderes de los batallones Granaderos de Reserva del Cuzco y Milicias, respectivamente, quienes ratificaron su adhesión a la causa independentista, luego se anexó el capitán Damián Nájera, del Escuadrón de caballería Daule.
El sábado 7 de octubre se había alertado de una posible revolución al Gobernador español, don Pascual Vivero. Pese a ello, León de Febres-Cordero convenció a los patriotas de seguir con el plan y se decidió hacer una reunión final el domingo 8 por la tarde, en la casa de Villamil, aprovechando la recepción que se ofreció ese día.
La cantidad de efectivos militares del ejército realista en la ciudad era de 1.850 aproximadamente: 600 soldados del batallón Granaderos de Reserva del Cuzco, 500 del escuadrón de caballería Daule, 200 del batallón de Milicias Urbanas, 200 de las Brigadas de Artillería, y 350 soldados en 7 lanchas cañoneras.
EL 9 DE OCTUBRE
El lunes 9 de octubre de 1820, tras una revolución sin mayor efusión de sangre, Guayaquil consolidó su independencia del reino de España. El patriota José Joaquín Olmedo asumió el mando político y Gregorio Escobedo el control militar de la naciente Junta de Gobierno de la Provincia Libre de Guayaquil, que desde ese día empezó a gobernarse de manera republicana y autónoma.
La madrugada del 9 de octubre fue bautizada como la Aurora Gloriosa y, para recordarla, en la actualidad, cada 9 de octubre a las 04h00, se realiza un acto cívico en la Plaza de la Administración, al pie del monumento de la ‘Fragua de Vulcano’, ubicada junto al Palacio Municipal.
EL ACTA DE LA INDEPENDENCIA
Para respaldar lo ocurrido se escribió, en el mismo libro donde registraban las decisiones de la Gobernación de Guayaquil el ‘Acta de la Independencia’. El famoso documento consta en el tomo que resume lo actuado desde 1817 hasta 1822. El texto original con las firmas de Olmedo y los otros 14 patriotas se lo mantiene en debida custodia, pero una réplica está exhibida en el Museo Municipal de la ciudad.
9 DE OCTUBRE DÍA DE LA INDEPENDENCIA, 8 DE NOVIEMBRE DÍA DE LA LIBERTAD
Para la Junta de Gobierno de Guayaquil, presidida por José Joaquín de Olmedo, el 9 de octubre fue el día de la independencia, porque un acto de fuerza nos dio la independencia del reino español; y el 8 de noviembre fue el día de la libertad, porque un pueblo únicamente es libre cuando tiene la capacidad de dictar sus propias normas y gobernarse con sus propias autoridades, y eso es lo que empezó a ocurrir el 8 de noviembre de 1820, cuando se reunió la representación de la provincia (57 representantes, de 27 ciudades y pueblos) para adoptar las normas que regularon la administración de la provincia por el tiempo en que ella fue republicana e independiente.
LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA DE QUITO
A raíz de su independencia el 9 de octubre, Guayaquil se organizó para luchar por la libertad de los territorios vecinos. Creó en seguida una milicia, llamada División Protectora de Quito, con la que luchó, en conjunto con otros soldados de América, por la independencia de Quito y demás territorios que hoy conforman el Ecuador. Hijos de esta ciudad combatieron en las faldas del volcán Pichincha el 24 de mayo de 1822 para consolidar la libertad de la que ahora es la capital del Ecuador.
FIN DE LA PROVINCIA LIBRE
La Provincia Libre de Guayaquil se mantuvo como tal por 642 días, hasta que Simón Bolívar cesó el funcionamiento de la Junta de Gobierno de Guayaquil el 13 de julio de 1822, para luego anexar el territorio de la provincia a la República de Colombia el 31 de julio de 1822. Tras más de siete de años de pertenecer a Colombia, en septiembre de 1830 se aprobó por un Congreso Constituyente reunido en Riobamba la Constitución que dio origen al Estado del Ecuador.
Guayaquil luchó por la independencia suya y de los demás, por ello el lema “Guayaquil por la Patria”.