Las casas comunales de Sauces 3, Urbanor, Mapasingue, Letamendi y San Eduardo se transformaron en verdaderos centros de aprendizaje y superación. En estos espacios, cientos de familias del Distrito 3 encontraron un punto de partida para crecer, organizarse y reconstruir vínculos comunitarios.
Allí se desarrolló la primera fase del proyecto “Guayaquil, Ciudad Viva, Mente Activa”, impulsado por el Municipio de Guayaquil y DASE EP. La iniciativa llevó talleres gratuitos a 1.013 moradores que, la tarde del 19 de noviembre, se graduaron en disciplinas tan diversas como alambrismo, belleza, cosmetología, bailoterapia, enfermería básica, emprendimiento, maquillaje, productos químicos, trabajos en fomix y decoración con globos.
“Este es un Municipio amigo, nunca más un Municipio distante, sino un Municipio cercano a la gente (…) estamos felices y orgullosos que, en no más de 45 días, tenemos nuestros más de 1.100 graduados”, afirmó el alcalde Aquiles Alvarez, quien remarcó que esta iniciativa también busca prevenir violencias mediante la ocupación positiva del tiempo y el fortalecimiento de capacidades.
El impacto va más allá del aula. Las casas comunales se consolidan como espacios de encuentro, confianza y transformación, fortaleciendo el tejido social de sectores que históricamente reclamaban oportunidades. La concejala Juana Montero lo expresó al señalar que el proyecto nació “impulsando el conocimiento, la creatividad y el esfuerzo para que cada uno de ellos (participantes) se convierta en una herramienta capaz de transformar vidas”.
Los resultados ya se evidencian. Sahara Morán, participante del curso de enfermería básica, aseguró que su experiencia marcó un antes y un después en su vocación de servicio: “aprendí inyectología, aplicación de sueros, lo que es tener conocimiento de ciertos medicamentos y primeros auxilios, más que nada”.
La segunda fase del proyecto ya cuenta con 1.300 ciudadanos asistiendo activamente a nuevas capacitaciones, lo que confirma el creciente interés por aprovechar estos espacios.
Las casas comunales seguirán abiertas y en movimiento, multiplicando historias de superación y demostrando que Guayaquil avanza hacia una ciudad más preparada, más unida y con más esperanza.

































































































