El Día del Padre es una ocasión propicia para reconocer el aporte de quienes, con esfuerzo y dedicación, no solo crían a sus hijos, sino que transmiten enseñanzas, valores y tradiciones que fortalecen el tejido social. El Municipio de Guayaquil resalta la participación activa de cientos de padres que, desde distintos sectores de la ciudad, se han convertido en emprendedores, líderes comunitarios y promotores culturales.
Desde zonas como Sergio Toral, Puerto Liza, Posorja, Tenguel, Cisne 2, Trinitaria, Fertisa, Pascuales, Bastión Popular, entre otras, padres de familia se han sumado a los distintos programas sociales impulsados por la actual administración del alcalde Aquiles Alvarez, que promueven dignidad, autonomía e inclusión.
A través de talleres gratuitos en mecánica automotriz, albañilería, refrigeración y salud emocional, muchos han fortalecido sus capacidades. Gonzalo Alvarado Romero, de 73 años, es un ejemplo. Padre de 9 hijos, 11 nietos y 2 bisnietos, participó en tres talleres en el Centro Municipal de Artes y Oficios Huancavilca y hoy proyecta abrir un taller junto a su nieto. “Todo lo que es educación es importante. Yo tengo título profesional, pero esto me ha ayudado anímicamente. Mi padre rezaba un dicho ‘hay que enseñar con el ejemplo’. De tal manera, que nunca pare de estudiar”, afirmó.
Historias como la de Jacinto Leones, taxista, también evidencian cómo el aprendizaje puede transformar vidas. Tras participar en ocho talleres, ahora puede reparar su propio vehículo y apoyar a otros. “Nunca se termina de aprender y eso le digo a los jóvenes. El aprendizaje es lo que le abre las puertas en todas partes”, enfatizó.
Los programas municipales también benefician a adultos con discapacidad visual, quienes reciben formación en braille, habilidades de la vida diaria, atención psicológica y capacitación productiva en áreas como costura, repostería, belleza, coctelería, enfermería y serigrafía.
En paralelo, el Centro Gerontológico Municipal Dr. Arsenio De La Torre Marcillo ofrece terapias físicas, ocupacionales y psicológicas, además de actividades recreativas orientadas al envejecimiento activo. “Es algo tan interesante, me siento con ganas de seguir viviendo, cuidándome y relacionándome con buenos amigos. Aquí el paso bonito”, mencionó Julio Flores, de 83 años.
En esta fecha especial, Guayaquil celebra a sus padres quienes, con su ejemplo, compromiso y voluntad de superarse, construyen una ciudad más digna, solidaria e inclusiva: la Ciudad de Todos.