La Isla Trinitaria se llenó de ritmo, color y orgullo con “Voces del Estero: Cultura que Reconstruye Paz”, un encuentro que transformó los alrededores de la Casa Comunal Jimmy Simisterra en un escenario vivo de creatividad y comunidad. La jornada, impulsada por la Dirección General de la Mujer y la DASE EP del Municipio de Guayaquil, junto a la Fundación Cleotilde Guerrero, convocó a jóvenes, familias, líderes comunitarios y autoridades para celebrar la fuerza cultural que impulsa la reconstrucción social en el sector.
El recorrido inició en los talleres de formación juvenil y desembocó a orillas del estero, donde marimbas, tambores y cununos marcaron el pulso de un espacio cargado de energía. Las agrupaciones Afromestizo Candente, Anjoa y Karubú encendieron el ambiente con bailes tradicionales como la bomba y el mapalé, acompañados de vestuarios vibrantes: turbantes, polleras amplias y camisas blancas con detalles étnicos que cautivaron al público.
Entre los aplausos, Jimmy Simisterra Guerrero, coordinador general de la Fundación Cleotilde Guerrero, recordó el espíritu de la jornada: motivar a la adolescencia desde el arte. “Hay que demostrar que la cultura afro es bastante motivada, bastante linda, que a todo mundo le gusta”, mencionó.
La directora General de la Mujer, Andrea Giler, destacó la importancia de estas iniciativas para abrir oportunidades reales en la comunidad. “(Sirve) para que los jóvenes expandan su talento a través del arte y la cultura (…) eso los tiene ocupados y son herramientas que les permiten no estar expuestos a los vicios, a las drogas”.
La jornada remarcó también la recuperación de espacios públicos y la conexión con la herencia esmeraldeña, presente en cada intervención con instrumentos que, como enfatizó Simisterra, fluyen “en nuestra sangre”.
“Voces del Estero” cerró con un mensaje contundente: la cultura afroecuatoriana no solo se celebra, también transforma y proyecta un futuro más fuerte para las nuevas generaciones.











