Entre calles históricas y edificios emblemáticos del centro de Guayaquil se encuentra uno de los sitios más antiguos de la ciudad: el Parque Seminario, también conocido como parque de las iguanas. Por décadas, ha combinado historia, naturaleza y tradición, consolidándose como un refugio para quienes buscan escapar de la vida cotidiana y disfrutar de la tranquilidad que ofrece este pulmón verde.
Rodeado de árboles, fauna urbana y monumentos, el parque destaca por la presencia de más de 200 iguanas, que conviven en armonía con los visitantes y se han convertido en un símbolo de la ciudad. Sus especies caminan libremente entre los transeúntes, cautivando a turistas nacionales e internacionales que acuden diariamente para vivir una experiencia inolvidable.
El valor histórico y cultural del Parque Seminario es notable. En sus exteriores reposa una escultura del poeta guayaquileño Medardo Ángel Silva, mientras que en el centro se alza el monumento en honor al libertador Simón Bolívar, recordado por el legado de independencia que marcó a la región. También sobresalen la escultura de los jabalíes, donada por la colonia china en 1889, y la glorieta que, a mediados del siglo XX, era punto de encuentro de caballeros de sombrero y damas con sombrilla y vestido largo. Cedros y ficus, bancas sombreadas, estanques con peces ornamentales y tortugas, fuentes y senderos convierten al parque en un lugar ideal para descansar, contemplar y capturar momentos fotográficos.
El entorno del parque se complementa con la imponente vista de la Catedral Metropolitana de Guayaquil, cuya arquitectura neogótica atrae la atención de los visitantes y lo convierte en un punto perfecto para recorridos culturales y turísticos.
A su alrededor, la oferta comercial enriquece la experiencia. Hoteles de distintas categorías, restaurantes tradicionales y cafeterías modernas invitan a disfrutar de la gastronomía local y de la hospitalidad guayaquileña. Además, locales de artesanías y comercios cercanos ofrecen recuerdos y productos típicos, haciendo del parque un punto de partida ideal para recorrer el centro histórico y comercial de la ciudad.
Más allá de su valor cultural y turístico, el Parque Seminario desempeña un papel vital en la preservación del medio ambiente urbano, ayudando a mitigar la contaminación y ofreciendo un espacio verde para el disfrute de la comunidad. En una ciudad en constante expansión, este lugar recuerda la importancia de proteger y cuidar los espacios verdes para las generaciones futuras.
Conservado como uno de los patrimonios urbanos más valiosos, el Parque Seminario invita a locales y extranjeros a descubrir un rincón donde tradición y turismo se encuentran, reafirmando a Guayaquil como un destino lleno de vida, cultura y naturaleza.