La Playita del Guasmo, uno de los sectores más tradicionales de Guayaquil, vivió una noche mágica con el encendido de su árbol de Navidad, un evento que reunió a familias y vecinos ansiosos por compartir la alegría de las fiestas. Este año, la ceremonia tuvo un significado especial: tras seis años de abandono, el emblemático árbol volvió a iluminar el balneario, marcando un nuevo inicio para la comunidad.
El alcalde Aquiles Alvarez, acompañado por la vicealcaldesa Tatiana Coronel y varios concejales, lideró la celebración. “Después de seis años en abandono vuelve a prenderse el árbol en la Playita, así que eso es histórico y lo vamos a hacer, de aquí en adelante, siempre”, afirmó el burgomaestre, mientras los presentes aplaudían y compartían la emoción del momento.
La cuenta regresiva comenzó a las 19h20. Con un estallido de fuegos artificiales, el árbol se encendió iluminando la noche y los rostros de quienes lo rodeaban. El Alcalde se tomó fotos con los vecinos que se acercaron, entre ellos Martha Campoverde, quien destacó la importancia de la recuperación de este símbolo comunitario: “Nuestro arbolito ha estado abandonado por 5 a 6 años, y ahora a él, (el Alcalde), le ha tocado mirar a este sector para realzar el ánimo y subir la autoestima de las personas”.
La celebración contó con un espectáculo lleno de talento local. El grupo de bastoneras de la Escuela Ciudad de Riobamba, la banda musical y bastoneras de la Escuela Señor de Justicia, y el coro de la Escuela Carlos Ortiz brindaron un show que contagió de alegría a grandes y pequeños. Además, el padre Danilo González recordó el verdadero sentido de la Navidad y bendijo el árbol, reforzando el espíritu de unión y esperanza que caracteriza a la temporada.
Con este encendido, el Municipio de Guayaquil suma ya siete árboles iluminados en distintos sectores de la ciudad, incluidos la Plaza de la Administración, Guayarte, Portete, Malecón 2000, Parque Samanes y la Calle Panamá, reforzando su compromiso de acercar la Navidad a todas las comunidades.
La noche continuó con dinámicas, concursos y la visita de Papá Noel, Mamá Noel y los duendes, quienes posaron para fotos junto a un nacimiento elaborado en madera, mientras niños y adultos disfrutaban de la fiesta. El Burgomaestre compartió además un recuerdo de su juventud, relatando que en este mismo balneario se bautizó junto a sus hermanos, y cerró la celebración con un mensaje lleno de cercanía y festividad:
“Feliz Navidad, que viva la Playita”.
