La ciudad avanza hacia un manejo más eficiente de sus aguas residuales con dos infraestructuras clave: la Estación de Bombeo de la Cuenca Inmaconsa y la Estación de Bombeo Cerro Colorado. Ambas forman parte del megasistema de saneamiento que transformará la gestión de efluentes en la ciudad.
La primera estación se encuentra en la fase final de su construcción con un avance del 91%. Está ubicada en la oreja vial que conecta la Vía a Daule con la Vía Perimetral y se prevé su entrega para finales de este año. Contempla una línea de impulsión de casi seis kilómetros y un caudal de 1.150 litros por segundo. La inversión asciende a USD 11,2 millones, financiados con crédito del BDE y la CAF.
Esta infraestructura recibirá las aguas servidas de zonas industriales y residenciales, entre ellas las cooperativas Paraíso de la Flor bloques 7-8, Flor de Bastión bloque 6, Valle de la Flor, 5 de Diciembre, ciudadela Montebello, Hospital Universitario, Terminal de Víveres y las urbanizaciones Caracol, Tottori, Loma Vista, Colinas del Sol y Rotaria.
La segunda infraestructura es la Estación de Bombeo Cerro Colorado, cuya repotenciación ya culminó con una inversión de USD 11,7 millones, financiados por BDE–CAF. Ubicada en la Av. Narcisa de Jesús, a la altura de la Coop. Los Vergeles, recibirá las aguas provenientes de la Cuenca Inmaconsa y otros sectores del norte.
El sistema opera de manera automatizada mediante tecnología SCADA y cuenta con un moderno equipo de eliminación de olores, que filtra los gases generados por las aguas servidas y libera aire limpio al ambiente.
“Uno no puede respirar bien. No se puede alimentar por esos olores, uno come mal” señala Johana Pérez al recordar cómo era convivir con los malos olores que emanaban de la planta antes de su modernización. “Ahora ya no vamos a tener que percibir esos olores”, finaliza.
La intervención incluyó la instalación de una línea de impulsión de 5,3 kilómetros con tubería de 1.200 milímetros, además del reemplazo de tres bombas antiguas por nuevas unidades de mayor capacidad.
Estas dos estaciones son parte del sistema que permitirá descargar las aguas servidas de 1 millón 500 mil habitantes del norte de la ciudad en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Los Merinos. La puesta en marcha de este complejo de saneamiento, prevista para el 2026, marcará un hito para el desarrollo urbano y contribuirá de forma decisiva a la protección del medio ambiente y la salud pública.


















