En un momento en que Guayaquil enfrenta el desafío de fortalecer la cultura de manejo responsable de desechos, un sector del sur de la ciudad marca la diferencia. En la Av. Ernesto Albán, entre Domingo Comín y la Av. 25 de Julio, vecinos, comerciantes y dueños de locales gastronómicos han logrado consolidar una rutina ejemplar de orden y corresponsabilidad que impacta directamente en la limpieza del espacio público.
En este cuadrante la comunidad no se limita a esperar el paso del camión recolector: se organiza, coordina horarios y mantiene un sistema que funciona con precisión. Cada noche, de lunes a domingo, entre las 20h30 y 21h30, los moradores cumplen el horario oficial y depositan los residuos de manera adecuada.
Un recorrido por la zona confirmó el nivel de compromiso. Las fundas permanecen bien amarradas dentro de los tachos y los vecinos de las peatonales sacan los desechos en carretillas justo cuando pasa el recolector. Esta dinámica, lejos de ser ocasional, se ha convertido en una práctica cotidiana que demuestra que la gestión de residuos es más efectiva cuando se la asume como una tarea compartida.
El movimiento del sector se refleja también en la cantidad de desechos recolectados: alrededor de 5 toneladas diarias, volumen que la comunidad maneja sin perder el orden ni la disciplina.
“El sector es ordenado, siempre ha sido así. Desde las 7 de la noche la gente se reúne y espera al carro recolector. A todos les digo que sean siempre organizados y cuiden el lugar donde viven. Yo vivo en el Guasmo y allá también hacemos minga”, expresó Fidel Pincay, residente del sector.
La Alcaldía de Guayaquil destaca este modelo de organización barrial y reafirma su compromiso con impulsar prácticas que permitan construir una ciudad más limpia, ordenada y digna para todos.









