La energía de una jornada pensada para todos tomó protagonismo este fin de semana con “Aventura sin Barreras 3.0”, un encuentro que reunió a cerca de 700 participantes entre niños, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad. La iniciativa, impulsada por la Fundación The Social Project con apoyo del Municipio de Guayaquil a través de la Dirección de Deportes, se desarrolló en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad y convirtió al parque en un espacio totalmente accesible.
El evento reflejó el impulso que vive la ciudad para posicionar el deporte como vehículo de integración. “Sentimos que el deporte es justamente una herramienta para poder transformar todo el ambiente social, y hoy es una muestra de ello. Es un evento inclusivo y realmente es un tema que a nosotros nos gusta mucho. Y además, hay que decirlo, es un tema que llamó mucho la atención de la comisión evaluadora de ACES cuando nos dieron el valor de Capital Americana del Deporte; estos fueron los proyectos que más llamaron la atención”, expresó el director de Deportes, Carlos Morán.
Durante la jornada, los asistentes disfrutaron un circuito lleno de movimiento y accesibilidad que incluyó skate adaptado, fútbol recreativo, box adaptado, yoga inclusivo y dactilopintura como ejercicio psicomotriz. También se realizaron carreras recreativas de 1 y 3 kilómetros, en las que todos los participantes fueron reconocidos como ganadores, reforzando el espíritu del programa: la inclusión se vive en cada paso.
El director de The Social Project, Ezequiel Castro, resaltó el respaldo municipal: “Gracias al apoyo del alcalde Aquiles Álvarez, que ha creído en este proyecto, podemos hacer Aventura sin Barreras 3.0. Lo que hacemos es adaptar espacios como estos para movilidad reducida, tercera edad o algún tipo de discapacidad”.
Con este encuentro inclusivo, Guayaquil fortalece una visión de ciudad donde el deporte es accesible, donde los espacios públicos se adaptan a las necesidades diversas de la comunidad y donde cada iniciativa reafirma que una urbe verdaderamente inclusiva se construye en movimiento.





















