Cuando Guayaquil celebra 490 años de fundación, hay lugares que no solo han resistido el paso del tiempo, sino que lo cuentan. El Barrio del Centenario es uno de ellos. Fundado en 1920 como el primer proyecto urbanístico planificado de la ciudad, este sector icónico no solo dio forma a una nueva manera de habitar, sino que anticipó la ciudad moderna antes de que esta existiera.
Ubicado en la parroquia Ximena, el barrio fue concebido con una lógica radicalmente distinta para su época. Sus casas con jardines generosos, veredas arboladas y una distribución ordenada reflejan una visión urbana que rompió con el crecimiento improvisado que por décadas caracterizó a Guayaquil. En sus residencias vivieron reconocidas familias guayaquileñas y figuras históricas como Jaime Nebot Saadi, exalcalde de la ciudad, y George Lewis Capwell, fundador del Club Sport Emelec.
Hoy, en medio de una ciudad que aún enfrenta retos de expansión desorganizada, el Centenario se mantiene como ejemplo de planificación y armonía. Así lo describe Xavier Flores, abogado y residente del sector por más de 40 años: “Las ciudades crecían como creció Guayaquil durante décadas, sin un control específico, y son espacios que se van poblando y lo conocemos aquí como invasiones. Esa ha sido la forma de crecimiento más común de las ciudades latinoamericanas, pero el barrio del Centenario es una excepción a ese crecimiento desordenado y se convierte en un barrio pionero, porque es el primero que usa la planificación para la creación del espacio”.
Con más de 50 viviendas, consideradas patrimonio arquitectónico, el barrio conserva su esencia residencial y comunitaria. Las fachadas de influencia europea, los detalles ornamentales y los jardines centenarios mantienen vivo el esplendor de una época en la que Guayaquil comenzaba a pensarse como una ciudad moderna y culturalmente activa. Entre sus edificaciones destacan obras de importantes arquitectos, como el reconocido MacaFerri, autor del Palacio Municipal. “Del barrio queda la majestuosidad de algunas viviendas construidas por importantes arquitectos de la época, el mismo diseñador del palacio municipal, MacaFerri, fue el ideador y constructor de varias viviendas del sector. En principio el barrio estuvo diseñado por dos promotores, y la idea de acuerdo con el reglamento del Barrio Centenario es que residan guayaquileños de alta alcurnia”, agregó Flores.
Durante las fiestas julianas, el Municipio de Guayaquil ha impulsado una serie de jornadas culturales y actividades cívicas que buscan revitalizar la identidad histórica del Barrio del Centenario y fortalecer la apropiación ciudadana del espacio público. A estas acciones se sumará la construcción de una Estación de Acción Segura (EAS), una iniciativa comunitaria con respaldo municipal que promueve la seguridad y la cohesión vecinal.
El Cabildo porteño reafirma así su compromiso con la protección del patrimonio urbano, la recuperación del tejido comunitario y la promoción de la cultura local. El Barrio del Centenario no es solo un conjunto de casas con historia: es un relato urbano vivo que sigue inspirando a la ciudad desde sus cimientos.