Un plan de pintura integral eficiente, que refleje modernismo, vivacidad y nuevos valores institucionales, se implementa en la Terminal Terrestre de Guayaquil Jaime Roldós Aguilera, con el fin de frenar el proceso de deterioro de las paredes externas.
Después de más de 30 años de funcionamiento y con los fuertes aguaceros en cada estación invernal, las paredes exteriores de la Terminal Terrestre de Guayaquil, mostraban un evidente deterioro que afectaba la imagen de este edificio emblemático de la ciudad.
El diseño de pintura responde a una visión arquitectónica moderna e integral, que procura una transición entre los tonos tradicionales de la ciudad y las políticas de desarrollo sostenible que se promueven en la institución, generando una imagen que atrae no solo a los pasajeros, sino también a los usuarios del Centro Comercial Terminal.
Las fachadas cuentan con un recubrimiento anticorrosivo y posterior trabajo de pintura látex de caucho que garantiza durabilidad y un acabado estético. Este trabajo también incluirá a la terminal de Pascuales. El valor del contrato es de USD 43.500 y el plazo de entrega es de tres meses.