Con una inversión superior a los USD 2 millones, arrancó la repavimentación integral de la pista del aeropuerto internacional José Joaquín de Olmedo, una intervención estratégica que garantizará la seguridad de los pasajeros, extenderá la vida útil de la infraestructura y consolidará a Guayaquil como un referente en conectividad aérea.
El alcalde Aquiles Alvarez inspeccionó, la mañana de este martes 16 de septiembre, el inicio de los trabajos. La Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG) supervisa este proyecto, contratado por la concesionaria Tagsa y ejecutado por la Constructora Verdú, con el objetivo de asegurar que cumpla con los más altos estándares de calidad, priorizando la seguridad operacional y el bienestar de los usuarios.
El Burgomaestre explicó que la intervención abarca los 2.780 metros de la pista e implica la remoción y reemplazo de 10.000 metros cúbicos de asfalto, comenzando en la cabecera sur, sobre la Av. de las Américas.
“Con esta intervención va a quedar en óptimas condiciones hasta un poco más del 2031… la norma dice que hasta el 2031, pero con el trabajo que se está haciendo aguanta algunos años más”, precisó Alvarez tras destacar que la última intervención se realizó en 2019.
De acuerdo con el cronograma, el primer cierre se mantendrá hasta las 12h00 del jueves 18 de septiembre, mientras que un segundo cierre está previsto desde las 09h00 del 23 de septiembre hasta las 12h00 del 25 de septiembre, para continuar con la obra.
Más de 100 trabajadores y 60 choferes, apoyados por maquinaria de última tecnología como pavimentadoras, recuperadoras y rodillos, avanzan removiendo 3 pulgadas de asfalto en una franja central, que servirá de base para el resto de la pista.
“Esto de aquí busca la seguridad operacional para que nuestros pasajeros puedan tener viajes seguros”, refirió Pablo Pita, gerente de AAG.
La obra, fiscalizada por Cevaconsult, cumple con la licencia ambiental vigente, incluyendo monitoreo de aire, ruido y residuos, reafirmando el enfoque sostenible del proyecto.
Esta modernización no solo fortalece la seguridad y competitividad del aeropuerto, sino que también impulsa la economía local al generar empleo y ubicar a Guayaquil como un destino confiable para la industria aeronáutica.