En Guayaquil, tener un perro o un gato no es solo una muestra de cariño: es una responsabilidad con la ciudad entera. La convivencia segura entre animales de compañía y personas empieza en casa y se refuerza cada vez que un tutor decide educar, cuidar y proteger.
Los recientes incidentes relacionados con ataques de perros evidencian la urgencia de reforzar la tenencia responsable. Por eso, desde el Municipio de Guayaquil se impulsan acciones para que cada ciudadano conozca sus deberes y se convierta en un verdadero aliado del bienestar animal y la seguridad vecinal.
"Un buen tutor es aquella persona que asume con responsabilidad, conciencia y compromiso la vida del animal que tiene bajo su cuidado. No se trata solo de alimentar o vacunar; un tutor responsable garantiza que su animal no cause daño a otros. Por lo tanto, es importante que en horas de paseo salga con implementos de seguridad como correa y pechera, y de ser necesario, con bozal si su temperamento lo amerita. Además, lo educa, lo mantiene en condiciones adecuadas y se asegura de que conviva en armonía con la comunidad” enfatizó Bianca Salame, coordinadora de la Dirección de Protección de los Derechos de los Animales.
Mencionó que muchas familias, al adoptar, desconocen factores clave como espacio, tiempo y recursos necesarios para atender correctamente a un animal de compañía. "Una persona responsable se informa antes de incorporar un animal a su hogar: investiga sobre la especie, la raza, sus necesidades físicas, emocionales y de manejo. No todos los animales son compatibles con todos los entornos, ya que necesitan espacios amplios para recrearse, lo que evitará que se les genere estrés. Parte de la responsabilidad es saber si uno está preparado para brindarle una vida digna, segura y equilibrada", destacó.
Para garantizar la seguridad de la comunidad y el bienestar de los animales, la ciudad cuenta con una Ordenanza que establece reglas claras para los tutores, quienes deben mantener a sus mascotas dentro del hogar, velar por su salud física y emocional, y evitar que deambulen sin control. Además, están obligados a asumir las consecuencias legales en caso de incumplimiento de estas responsabilidades.
La Dirección de Protección de los Derechos de los Animales recorre diferentes sectores, barrios y parques con brigadas veterinarias, jornadas de adopción y talleres educativos. A través de estos espacios se recuerda que juntos podemos construir una sociedad más segura para los animales de compañía, garantizando su bienestar y el de la comunidad.