El Municipio de Guayaquil rindió homenaje a quienes han dedicado su vida y trabajo a la protección del entorno natural. En una ceremonia especial, se entregó el Reconocimiento Honorífico a la Trayectoria Ambiental, distinción que exalta el compromiso de ciudadanos e instituciones en favor de la sostenibilidad y la biodiversidad del cantón.
El acto, realizado la tarde de este martes 11 de noviembre, destacó a dos referentes cuya labor ha dejado huella en la conservación del patrimonio natural y en la formación de conciencia ambiental: Francisco Xavier Chalén Noroña y la empresa NAPORTEC S.A.
“Lo más importante es dar a conocer que todos podemos poner nuestro granito de arena y, a la vez, la ciudad reconoce ese esfuerzo que hacen tanto las personas como las empresas (…) todos podemos ser agentes de cambio, desde depositar la basura en el lugar correcto”, expresó Isabel Tamariz, directora de Ambiente de la Alcaldía.
Francisco Xavier Chalén Noroña, biólogo guayaquileño y director del Programa de Conservación Marina y Costera en Conservación Internacional Ecuador, fue reconocido por más de 30 años de liderazgo científico en la conservación marina y costera, con aportes significativos en el Golfo de Guayaquil y otras zonas del país.
“Tomo con mucha humildad este reconocimiento; al final del día no están reconociendo a la persona, sino al ambiente. Ese es un factor importante que el Municipio, con alta responsabilidad, tiene que saber: al final no reconoce a las personas que hacen la gestión ambiental, reconoce que el ambiente es de alto valor para tener una vida saludable, plena y vinculada al bienestar humano”, señaló Chalén.
Por su parte, NAPORTEC S.A., empresa portuaria y logística ecuatoriana, recibió la distinción por más de 15 años de acciones sostenidas en producción limpia, reducción de huella de carbono, gestión integral de residuos y voluntariado ambiental, consolidándose como un referente de responsabilidad corporativa en su sector.
Cada homenajeado recibió una medalla con el escudo de Guayaquil y un diploma de honor, símbolos del orgullo de la ciudad por su compromiso con un futuro sostenible.
La ceremonia reafirmó el compromiso de Guayaquil con un desarrollo equilibrado y responsable, que inspire a la comunidad a cuidar la naturaleza y a asumir un papel activo en la construcción de una ciudad más verde y sostenible.











