La avenida Narcisa de Jesús, una de las principales arterias del norte de la ciudad, atraviesa un proceso integral de rediseño para mejorar la seguridad y optimizar la movilidad. Por sus 10,9 kilómetros de longitud, que conectan las avenidas Benjamín Rosales y Francisco de Orellana, circulan diariamente alrededor de 130 mil vehículos.
Concebida en 2006 como vía de alta velocidad, su entorno urbano fue transformándose con el crecimiento de urbanizaciones y comercios, lo que incrementó el flujo vehicular y la siniestralidad. Frente a esta realidad, el Municipio de Guayaquil, a través de la Dirección de Obras Públicas, impulsa una reconfiguración geométrica que ordenará el tránsito y disminuirá los riesgos.
Las primeras intervenciones se concentran en la reubicación del segundo retorno, a la altura del Parque Samanes, que anteriormente estaba próximo a una curva peligrosa. Paralelamente, se construyen aceras y bordillos en sectores como El Limonal y Los Vergeles.
El contrato contempla un paquete de soluciones técnicas basadas en la normativa vial ecuatoriana y estándares internacionales, entre ellas:
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Reubicación de sitios de cambio de carril.
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Rediseño de accesos y salidas en los retornos.
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Ampliación de distancias entre intercambios y retornos para maniobras más seguras.
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Reubicación de accesos a urbanizaciones que generan giros bruscos.
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Incorporación de nueva señalización vertical, horizontal e informativa.
El proyecto también incorpora mejoras urbanas con visión inclusiva y sostenible: aceras y rampas accesibles, iluminación LED con nuevos postes, trabajos hidrosanitarios, arborización, jardineras y mobiliario para descanso.
La reconfiguración beneficiará directamente a 68 mil moradores de urbanizaciones y cooperativas como Acuarela del Río, Brisas del Norte, Sauces 4, Guayacanes, Mucho Lote 2, Los Vergeles, Metrópolis y Orquídeas; e indirectamente a más de 1,3 millones de habitantes de las parroquias Tarqui y Pascuales que utilizan esta vía.
Con una inversión de USD 5,1 millones, la obra no solo fortalecerá la seguridad vial y el entorno urbano, sino que también genera 642 empleos directos e indirectos, aportando al desarrollo social y económico del norte de Guayaquil.