El desarrollo integral de personas con discapacidad cuenta con respaldo técnico, económico y humano. La Alcaldía de Guayaquil ejecuta un programa que no solo garantiza derechos, sino que genera oportunidades laborales reales para quienes han enfrentado históricas barreras de acceso.
Una de las medidas claves es la implementación del Programa de Apoyo Económico para la Inclusión e Integración, respaldado por la Ordenanza Municipal respectiva. Con un presupuesto que supera los USD 1,3 millones, esta iniciativa ha permitido financiar a 22 organizaciones sociales que brindan atención en los ámbitos educativo, social y de salud a esta población.
Entre estas entidades se encuentra Fasinarm (Fundación de Asistencia Psicopedagógica para Niños, Jóvenes y Adultos con Discapacidad Intelectual y/o en situaciones especialmente vulnerables), que trabaja de forma articulada con el Cabildo para preparar a personas con discapacidad con miras a su autonomía e independencia profesional.
“Trabajamos en conjunto entre la Municipalidad y quienes hacemos las fundaciones, para dar mayores servicios a nuestros chicos de escasos recursos para que puedan tener educación en igualdad de derechos”, resaltó Laura María Noboa, directora general de Fasinarm.
El Centro de Entrenamiento Vocacional (CEVE) de esta fundación ofrece formación práctica en talleres de papelería, hotelería, panadería y costura. A esto se suma un componente socioemocional clave, que abarca el fortalecimiento de la independencia personal, integración social, conocimientos sobre legislación laboral, tecnología, expresión corporal y arte.
“El objetivo es llegar a una inclusión laboral, de acuerdo con las capacidades del individuo. Además, muchos de ellos son el único sustento de su hogar económicamente hablando y eso es invaluable”, añadió Noboa.
Uno de los 227 estudiantes que ya han sido insertados en el mundo laboral es el hijo de Isaac Orrala, quien participó en los talleres de papelería y hotelería. Hoy, trabaja en el área de sanidad de una empresa. “Él se siente una persona útil para la sociedad. Él se siente bastante contento de poder dar su fuerza laboral”, enfatizó.
Con su formación, desempeño y compromiso, estas personas no solo conquistan su independencia, sino que se convierten en pilares económicos de sus hogares y contribuyen activamente al desarrollo de Guayaquil.