A lo largo de dos siglos, Guayaquil ha sido referente en educación: impulsó la primera universidad de la Costa, abrió camino a reformas académicas trascendentales, dio vida a colegios emblemáticos y consolidó universidades pioneras en innovación. Su aporte marcó generaciones y sigue proyectándose al futuro.
La fundación de la Universidad de Guayaquil en 1867 representó un hito al convertirse en la primera institución de educación superior de la Costa, equilibrando la oferta universitaria frente a Quito y permitiendo el acceso a miles de estudiantes que antes debían trasladarse a la Sierra. Décadas más tarde, también se convirtió en pionera en la implementación de las reformas universitarias iniciadas en 1918 en Argentina: el cogobierno estudiantil y a la libertad de cátedra, principios que luego se expandieron a otras universidades del país.
La ciudad vio nacer colegios y unidades educativas que marcaron épocas, como el Colegio La Salle (1910), el Cristóbal Colón (1911) y el Guayaquil (1937), que aportaron con líderes en política, cultura y economía. Por las aulas del Colegio Vicente Rocafuerte, fundado en 1841, pasaron 19 presidentes de la República, entre ellos Jaime Roldós Aguilera y Carlos Julio Arosemena Monroy. También se formaron referentes literarios como Medardo Ángel Silva, poeta del Grupo de Guayaquil.
A comienzos del siglo XX, cuando la educación femenina en Guayaquil tenía pocas opciones más allá de la primaria, surgieron dos instituciones que marcaron un hito: el Colegio de la Inmaculada (1900), fundado por las Hermanas de la Providencia, y el Colegio Rita Lecumberri (1906). Ambas instituciones consolidaron la presencia de la mujer en la educación secundaria.
El liderazgo educativo de Guayaquil se mantiene vigente con universidades que trascienden fronteras. La Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) fue reconocida en 2022, 2023 y 2024 como la número uno del Ecuador en el SCImago Institutions Rankings, gracias a su producción científica, proyectos de innovación y estrecha relación entre academia e industria.
En la actualidad, el Municipio de Guayaquil refuerza este legado con programas que amplían el acceso al aprendizaje y promueven la inclusión social. El plan Edúcate Guayaquil ha entregado más de 760.000 libros gratuitos en los últimos dos años, beneficiando a miles de estudiantes. Asimismo, el Centro Municipal de Apoyo para Personas con Discapacidad Visual “Cuatro de Enero” brinda terapias integrales y programas de autonomía a niños, fortaleciendo su formación académica y su participación en la comunidad.
Es así como Guayaquil ha forjado un legado que, más allá de las aulas, trasciende generaciones y reafirma su aporte en el desarrollo del país.