El Estero Salado, uno de los principales cuerpos de agua de Guayaquil, cumple un papel fundamental en la biodiversidad, la recreación y el equilibrio ambiental de la ciudad. Mantenerlo limpio representa un desafío permanente debido a la gran cantidad de desechos que llegan diariamente desde distintos sectores.
Para atender esta situación, la Dirección de Aseo Cantonal, Mercados y Servicios Especiales (DACMSE) supervisa el trabajo de la empresa contratada Visolit, que despliega un amplio operativo a lo largo de todo el estero, desde el norte hasta el sur. Este equipo, conformado por 70 obreros y 18 embarcaciones, retira entre 45 y 50 toneladas de residuos cada día, lo que equivale a aproximadamente 1.080 toneladas mensuales. Estas labores garantizan el mantenimiento y la limpieza continua de este importante espacio natural.
En el sector Puerto Liza, junto al Puente 4 de Noviembre, las jornadas se realizan de manera diaria con un equipo más reducido: cuatro obreros, una lancha (cuando la marea está alta) y un camión recolector. En promedio, se retiran 20 toneladas de desechos sólidos no peligrosos cada semana.
A pesar de estos esfuerzos, la contaminación persiste. Moradores del sector denuncian que, tras cada limpieza, ciudadanos de diferentes zonas de Guayaquil arrojan basura al estero, generando malos olores y afectando la calidad del ambiente.
“La gente no colabora. Los señores hacen una buena labor todos los días, pero apenas se van, viene gente a botar basura. Muchos ni siquiera la ponen en fundas, la tiran al estero y se riega por todo lado. Esto se vuelve un botadero fatal”, indicó Patricia Chalén, residente del lugar.
De acuerdo con las ordenanzas municipales, quienes incumplan con el manejo adecuado de los desechos pueden recibir sanciones que van desde USD 92 hasta USD 575. La Alcaldía de Guayaquil reitera su compromiso con la protección del Estero Salado y hace un llamado a la corresponsabilidad ciudadana: cuidar este espacio natural depende de todos. Los guayaquileños pueden reportar actos de contaminación llamando a la línea 181, habilitada para denunciar quienes arrojan basura o afectan la biodiversidad.