Frente al tradicional Parque Seminario se erige la Catedral Metropolitana de Guayaquil, dedicada a San Pedro Apóstol, uno de los lugares más visitados y emblemáticos de la ciudad. Con sus 70 metros de altura, esta edificación fue en su época una de las más altas de la urbe y hoy continúa siendo un referente arquitectónico e histórico.
Un plano de 1740 ya ubicaba la antigua Iglesia Matriz en el mismo sitio que ocupa actualmente, evidenciando casi tres siglos de historia en este punto central del centro guayaquileño. En 1838, la iglesia fue elevada a la categoría de Catedral, y su actual estructura, de estilo neogótico, fue diseñada por el arquitecto Paolo Russo y comenzó a edificarse en 1924 por la Sociedad General de Construcciones.
A partir de 1941, la obra estuvo bajo la dirección del arquitecto Juan Orús Madinyá y, en 1958, de Alamiro González, según consta en la ficha de inventario del Sistema de Información del Patrimonio Cultural del Ecuador (SIPCE). El primer Obispo de Guayaquil, Francisco Xavier de Garaycoa y Llaguno (1838–1852), quien tuvo la visión de levantar las primeras torres, es recordado en varios espacios del interior del templo como muestra de respeto y agradecimiento.
La Dirección de Turismo y Eventos Especiales del Municipio de Guayaquil organiza recorridos guiados que permiten a miles de visitantes conocer la historia y el valor arquitectónico de la Catedral. Los recorridos destacan la imponente estructura, la belleza de sus vitrales y las reliquias religiosas, elementos que conservan la memoria espiritual y cultural de la ciudad.