Lo que antes era conocido como la “casa embrujada” de Urdesa, un espacio abandonado junto al Estero Salado que generaba inseguridad y molestias, se está transformando en un moderno complejo deportivo impulsado por el Municipio de Guayaquil, a través de la Dirección de Obras Públicas. Dos canchas de pádel, ya con un 95% de avance, estarán listas para finales de octubre, ofreciendo un lugar seguro y profesional para la práctica de este deporte.
Los moradores de la zona celebran la transformación, ya que ahora cuentan con un lugar de esparcimiento para niños, jóvenes y adultos. “Se volvió un ícono en Urdesa, pero era muy peligroso y nos traía muchos inconvenientes. Ahora todo el mundo está contento de que se haya hecho algo con ese terreno. Felicitamos a las autoridades”, comenta María Pía Hidalgo, habitante del sector.
Las canchas cumplen con las medidas reglamentarias, con 10 metros de ancho por 20 de largo, cerramientos de vidrio templado de tres metros y estructuras metálicas tipo galpón de 10 metros de altura. Además, el proyecto incluye juegos infantiles, baños, bar, bodegas, garitas y oficinas administrativas. Actualmente, se trabaja en la instalación del césped sintético, la iluminación, la jardinería y el parqueo adoquinado.
Con una inversión superior a los USD 500.000, esta obra beneficiará a más de 16.000 habitantes de Urdesa y zonas aledañas. La iniciativa forma parte de la visión del alcalde Aquiles Alvarez de fortalecer el deporte como herramienta de bienestar e integración social, en el marco del nombramiento de Guayaquil como Capital Americana del Deporte.