Con la puesta en marcha de la planta potabilizadora, la Isla Puná inicia una nueva fase de desarrollo integral que beneficiará a cerca de 5.000 habitantes, al garantizar agua potable disponible las 24 horas. La infraestructura, diseñada para cubrir la demanda poblacional hasta el año 2040, marca un hito en la garantía de derechos constitucionales y reivindica a una comunidad históricamente desatendida.
La implementación de esta infraestructura, en el marco de la Semana Mundial del Agua, que se celebra anualmente la última semana de agosto, y se enmarca en la meta de Guayaquil por cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 de la ONU: garantiza la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
“Estamos hablando de agua potabilizada que le va a permitir mejorar la salud de los habitantes y de los niños, y con esto también bajar los costos de medicinas. Este proyecto de dotar de agua potable es integral para mejorar la calidad de vida de los habitantes de Puná”, comentó Luis Alfonso Saltos, asesor de la Alcaldía de Guayaquil.
Este avance refleja cómo la planificación y la inversión en servicios básicos fortalecen la resiliencia comunitaria. La planta potabilizadora se convierte en un símbolo de progreso que abre nuevas oportunidades para el crecimiento social y económico de Puná, consolidando la gestión del alcalde Aquiles Alvarez que prioriza el bienestar de las personas y el cuidado de los recursos naturales.