La Fundación Siglo XXI empezó la ejecución de un plan piloto que busca reducir el robo de bienes públicos en las zonas regeneradas de la ciudad, y cuidar el presupuesto municipal.
Consiste en reemplazar el material de fabricación de las tapas de ductos que están ubicadas en las aceras y que contienen cables de datos. Por lo general, estos objetos son elaborados en hierro por lo que son constantemente hurtados para ser fundidos y vendidos en las recicladoras como materia prima.
Las nuevas tapas son fabricadas con un plástico que no es reciclable y que posee una alta densidad para resistir el tránsito peatonal. Hasta el momento se han colocado 40 de estas cubiertas en calles como Boyacá, Tomás Martínez, Loja, entre otras del centro de la ciudad, ya que es la zona donde se registra el mayor número de hurtos de estos bienes públicos.
En promedio se registran 50 robos mensuales de bienes públicos en las áreas bajo el cuidado de la Fundación Siglo XXI.
En total se invirtieron USD 12.300 en 200 unidades que están siendo instaladas conforme se requiera una restitución por robo. Estas tapas plásticas no reciclables de alta resistencia son un 30% más económicas que las de metal. Esto se traduce en un ahorro en la administración de los recursos públicos, si se contempla la disminución de los robos y de la inversión en reposición, que es el objetivo de este plan piloto.
Esta estrategia se suma a los operativos de control de las recicladoras de la ciudad que ejecuta la Dirección de justicia y Vigilancia para evitar la comercialización de metales que provienen de los bienes públicos robados.
La corporación municipal invierte alrededor de USD 1,3 millones al año para reponer bienes robados en toda la ciudad, entre los que se incluyen tachos de basura, cables eléctricos, tapas y demás.