Las escaleras, los corredores y los salones del Palacio Municipal de Guayaquil despiertan una emoción profunda en Luciana Maccaferri. A sus 86 años, la hija del arquitecto italiano Francesco Maccaferri (autor del diseño del emblemático edificio) recorrió el inmueble que marcó la historia y la identidad urbana de la ciudad. “Es una cosa que lleva mi apellido, una obra grande de mi padre que la hizo con tanto amor”, expresó conmovida.
Avanza despacio mientras levanta la mirada para observar los detalles arquitectónicos del Salón de la Ciudad José Joaquín de Olmedo y Maruri. A su lado, su nieta Valeria Pagani documenta con fotografías los marcos de las puertas, las esculturas y los elementos decorativos que enriquecen los interiores del Palacio.
El edificio fue diseñado en 1921 por Francesco Maccaferri. Su construcción se inició con la colocación de la primera piedra el 31 de julio de 1924 y concluyó en 1928. La inauguración oficial se realizó el 27 de febrero de 1929, como parte de los actos conmemorativos por el centenario de la Batalla de Tarqui.
En el marco de las acciones municipales orientadas a rescatar la memoria histórica de Guayaquil, el alcalde Aquiles Alvarez dispuso una revisión integral del Palacio Municipal. Como resultado, se identificaron ocho palabras en bajo relieve que permanecieron ocultas durante décadas bajo capas de pintura. En febrero de 2025, estas inscripciones fueron resaltadas con colores que permiten su visibilidad, recuperando un elemento simbólico del diseño original.
Las palabras, ubicadas dos debajo de cada cúpula y escritas en latín, son: URBS = Ciudad; PATRIA = Patria / Tierra natal; ARS = Arte / Habilidad; LABOR = Trabajo / Esfuerzo; IUS = Derecho / Justicia; LEX = Ley; MENS = Mente / Intelecto y VIS = Fuerza / Poder.
Sobre este hallazgo, Luciana Maccaferri confirmó que las inscripciones habían sido cubiertas incluso en vida de su padre. “Una vez comentó mi papá que las habían pintado y que no se veían las palabras (…) Me parece perfecto, muy bien, porque si las pusieron al inicio un motivo tendrían, así que me parece muy bien”, mencionó.
Durante su visita, también compartió un detalle poco conocido del diseño original del Palacio Municipal. “Yo en las plumillas tengo los caballos en las cúpulas, que sé que los habían mandado a hacer a Italia, pero el presupuesto se había pasado (…) no pudieron llegar, pero en la plumilla de mi papá que la conservo en la sala como una cosa muy preciosa, muy linda, están ahí”, concluyó.
La visita permitió reconectar el diseño original del Palacio Municipal con la memoria de su autor y confirmar detalles arquitectónicos que hoy forman parte del proceso de recuperación patrimonial que impulsa el Municipio de Guayaquil.









