Igual que hace 205 años, los guayaquileños amanecieron este 9 de octubre proclamando su Independencia. La emblemática ceremonia de la Aurora Gloriosa, organizada por la Fundación Bienvenido Guayaquil, reunió a autoridades locales y representantes de distintos sectores al pie del monumento La Fragua de Vulcano, entre el Palacio Municipal y la Gobernación del Guayas.
Durante esta décimo séptima edición, el homenaje se dedicó al voluntariado, en reconocimiento al espíritu solidario, altruista y comprometido de quienes entregan su tiempo y esfuerzo al servicio de la comunidad.
La vicealcaldesa de Guayaquil, Tatiana Coronel, recordó que este día convoca a la historia y a la memoria de un pueblo que decidió ser libre. “Hoy rendimos homenaje a esa ciudad que nunca se doblega, que nunca se rinde. Guayaquil sigue siendo ejemplo para todo el Ecuador. Las obras lo demuestran en cada barrio, en cada comunidad, en cada familia que recibe atención digna y justa incluso en medio de la adversidad. Guayaquil camina firme hacia un futuro de planificación, de gestión responsable y de justicia territorial. Una ciudad que no olvida su esencia solidaria. Guayaquileños, esta es una ciudad de todos y la construimos entre todos”, enfatizó.
En el marco del acto se entregó la condecoración “Aurora Gloriosa” al mérito cultural al Centro Cultural Guayaquil, representado por su coordinadora Elena Estrada; a la directora del Archivo Histórico de Guayaquil, Delia María Torres Tello; y al escritor Ramón Sonnenholzner, cuya distinción fue recibida por el maestro Jorge Saade por motivos de salud.
Asimismo, se realizó el ofrecimiento formal del Faldellín a la ciudad, prenda tradicional utilizada por las damas guayaquileñas en la época independentista. “El faldellín es una prenda muy popular a finales de los 1700 y comienzos de 1800, por lo tanto, sería muy probable que las damas guayaquileñas que vivieron los hechos independentistas hayan lucido esta hermosa prenda. Con trajes blancos, cinturones, lazos y adornos celestes, los colores emblemáticos de la señal del nuevo estado”, destacó Fernando Mancero, presidente de la Fundación Bienvenido Guayaquil.
La ceremonia contó con la participación artística de la Banda de Música del Muy Ilustre Municipio de Guayaquil, la Orquesta de Cámara del Colegio República de Francia, las Antorchas del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, estudantes de la Academia Naval Almirante Illingworth y el grupo de danza Reminiscencias que acompañaron este emotivo homenaje a la libertad y al espíritu solidario de la ciudad.