El cielo de la Plaza del Bicentenario se llenó de emoción este 1 de octubre, cuando Guayaquil dio inicio oficial a sus fiestas de Independencia con un espectáculo que combinó arte, cultura y civismo en un solo escenario. La Orquesta de Francia puso la nota internacional con un repertorio cargado de sentimiento, que se convirtió en la antesala perfecta para un mes de celebraciones.
El acto transportó a los asistentes al pasaje histórico de la Fragua de Vulcano, símbolo de la ruta hacia la libertad, recreado con un montaje que unió lo artístico y lo cívico en un mismo relato. La representación, que evocó las raíces independentistas de la ciudad, fue uno de los momentos más aplaudidos de la jornada.
Para muchos, la experiencia trascendió lo artístico. “Esto es importantísimo porque son nuestros valores, nuestros orígenes hay que rescatarlos y hay que llamar a la gente y que vea lo que está haciendo el Municipio. Guayaquil independiente siempre”, expresó con emoción Sissy Cazorla, madre de familia de un integrante de la orquesta.
El evento marcó el punto de partida de una agenda que, a lo largo de octubre, impregnará a la ciudad con música, tradición, deporte y encuentros culturales. Más que una celebración, se trata de un homenaje vivo a la memoria histórica que fortalece la identidad de los guayaquileños.
Con este arranque, el Cabildo proyecta a la Perla del Pacífico como una ciudad que honra su pasado y lo enlaza con la modernidad, consolidándose como un referente cultural y ciudadano.