La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Las Esclusas cumple un año de operación contractual con un logro contundente: la depuración de más de 67 millones de m³ de aguas residuales, volumen equivalente a llenar más de 27.000 piscinas olímpicas con agua limpia descargada al río Guayas.
Desde agosto de 2024, la planta ha procesado las aguas servidas de 1,1 millones de habitantes del centro y sur de Guayaquil. Al descargarse ya tratadas y limpias en el río Guayas, el beneficio se extiende a toda la ciudad, ya que contribuye a mejorar la calidad del agua y a proteger la salud pública.
Antes de la entrada en operación de la PTAR Las Esclusas, las aguas servidas de estas zonas se descargaban directamente al Estero Salado y al Río Guayas sin ningún tratamiento. Esta situación afectaba sobre todo a sectores ribereños del Guasmo, Suburbio e Isla Trinitaria, donde los vecinos convivían con malos olores permanentes, proliferación de mosquitos y riesgos sanitarios.
Carlos Delgado vive en Pradera 3 desde hace 30 años. Durante la mayor parte de ese tiempo soportó malos olores porque en el sector desfogaba una tubería de aguas servidas hacia el río. “No se podía convivir ni comer, porque el olor era insoportable. Eran olores fétidos, (…) no se podía ni estar en la esquina. Ahora ya no, se acabó todo eso”, afirmó.
A nivel estratégico, el funcionamiento de la PTAR Los Merinos representa un paso decisivo en la meta de que Guayaquil trate la totalidad de sus aguas residuales urbanas, un objetivo que se consolidará con la puesta en marcha de nuevas plantas como Los Merinos, Mi Lote y Chongón.
La operación contractual significa que, una vez concluida la fase de asistencia técnica, la planta pasó a ser administrada y operada de manera formal por la concesionaria Interagua, bajo la supervisión de EMAPAG.
El proyecto, financiado mediante un crédito de USD 205 millones del Banco Mundial y el Banco Europeo de Inversiones, incluyó estaciones de bombeo, la línea de impulsión Pradera-Las Esclusas, redes de alcantarillado sanitario en el suburbio oeste y un emisario subfluvial para la descarga final.