Un ambicioso proyecto de infraestructura ecológica urbana empieza a tomar forma en Guayaquil. Se trata de la “Malla Verde”, una red de corredores naturales que busca combatir el calor extremo, mejorar la calidad del aire y reconectar las áreas verdes de la ciudad. El plan recibió esta semana el respaldo técnico del Instituto Humboldt de Colombia y del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), como parte del ingreso del Municipio a la Red de BiodiverCiudades.
“Estamos trabajando en la incubación de un proyecto para resolver las problemáticas de nuestra ciudad y aumentar la conectividad de nuestras áreas verdes en Guayaquil. Queremos replicar modelos exitosos de otros países y adaptarlos en la ciudad”, señaló Isabel Tamariz, directora de Ambiente del Cabildo.
Durante la jornada técnica, se revisaron los avances del plan y se compartieron experiencias internacionales. Marcela Noreña, arquitecta de la Alcaldía de Medellín, ofreció una charla magistral sobre cómo su ciudad logró transformar el espacio urbano a través de corredores verdes y reducir significativamente la temperatura.
Desde una perspectiva regional, Wilson Ramírez, gerente del Centro de Soluciones Basadas en la Naturaleza del Instituto Humboldt y miembro de CAF, considera que Guayaquil es una de las ciudades más adelantadas en Latinoamérica en el proceso de convertirse en BiodiverCiudades, pero que su objetivo tomará su tiempo. "Los proyectos de arborización demoran dependiendo de las especies por su crecimiento, la toma de decisiones es importante. Se necesita un mejor ordenamiento territorial que el que existe aquí y la inclusión de la comunidad. Para transformar las ciudades en zonas verdes, hay que tener paciencia", mencionó.
Al encuentro asistieron representantes de las direcciones municipales de Urbanismo, Obras Públicas, Vinculación Comunitaria y Parques EP, así como delegados de la Universidad de Guayaquil, ESPOL y UEES.